La docencia en México y en muchas otras partes del mundo está como muerta. Nuestra pedagogía ha hecho de la función magistral un evento intrascendente. Se enseña para la erudición y no para la formación humana; se aprende pero no se comprende, se vive pero no se ha revisado seriamente en función de qué; se resuelve, pero buscando la imitación de rutinas no entendifas cabalmente; se decide pero sin tener presente a los demás.
Para obtener el artículo completo pueden contactar al Editor de la Revista Perspectivas docentes en el siguiente correo electrónico perspectivas.dese@ujat.mx.